viernes, octubre 23, 2009
La capilla Notre Dame du Haut.-
En Ronchamp, Franco Condado, se encontraba una iglesia vinculada desde el medievo a las peregrinaciones. Quedó destruida en buena parte durante la Segunda Guerra Mundial, por los bombardeos de 1944. Curiosamente, la comisión que organizó la recuperación del lugar llamó a un arquitecto ateo, hijo de madre protestante, para que levantara la nueva iglesia. Él dijo que no. Ante la insistencia de diversos estamentos, visitó el lugar y le encantó el paisaje abierto a todos los horizontes. Entonces decidió emprender la obra. Cinco años más tarde se inauguraría lo que el definió como lugar de silencio, plegaria y alegría interior. Cemento armado blanco coronado por un techo ondulado de volumen desmesurado. Líneas ondulantes, curvas, puras y planos inclinados. Libertad plástica para dominar, desde la armonía, un entorno ligado a la historia y a lo sagrado. Simplemente: Qué grande Le Corbusier !!!
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