viernes, octubre 23, 2009
La Nueva Delhi Italiana.-
Cruzando hacia el mar Tirreno nos dirigimos a Nápoles. Nápoles es 100% caos, y ese es su mayor encanto. Una ciudad llena de decadentes palazzos, iglesias, museos, barrios de calles estrechas, que suben y bajan, ropa tendida (mayoritariamente sucia), coches, motos, más motos y todo en una conjunción desbordante, desmesurada de ruidos y gritos. En Nápoles es difícil encontrar un vehículo que no se encuentre chocado. Es una hermosa ciudad rodeada de colinas, y con un aire muy mediterráneo, muy del sur, que en un principio desconcierta, hasta que se va tomando el pulso caliente que late en esta tierra. Llena de congestión de tráfico, y de agradables terrazas, donde ver pasar el tiempo. Donde el fútbol y la religión están unidos, y Maradona y San Genaro (el patrón de la ciudad) siguen siendo los reyes.
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