miércoles, noviembre 18, 2009
La casa Battló.-
La Casa Batlló de Gaudí trata de una remodelación integral de un edificio previamente existente en el solar, obra de Emili Sala Cortés. En el número 43 del Paseo de Gracia de Barcelona, la ancha avenida que atraviesa el barrio modernista del Ensanche, en la llamada "Manzana de la Discordia", se encuentra esta maravillosa reliquia del art nouveau. Gaudí recibió el encargo del industrial Josep Batlló i Casanovas de reformar un edificio construido en 1875 por Emili Sala Cortés; para la remodelación, Gaudí se centró en la fachada, el piso principal, el patio de luces y la azotea, y levantó un quinto piso para el personal de servicio. La fachada se hizo con piedra arenisca de Montjuïc, tallada según superficies regladas en forma alabeada; las columnas tienen forma ósea, con representaciones vegetales. La carpintería es igualmente de superficies curvas, y las ventanas son de vidrios de colores de formas circulares. Gaudí conservó la forma rectangular de los balcones del edificio anterior, con barandillas de hierro con forma de antifaz, dando al resto de la fachada una forma ondulada en sentido ascendente. Asimismo revistió la fachada con cerámica de pedazos de cristal de varios colores (su famoso "trencadís"). El patio interno se cubrió con una claraboya de cristal sostenida por una estructura de hierro con forma de doble T, que apoya en una serie de arcos catenáricos. Este patio fue igualmente revestido de azulejo, con una ingeniosa gradación de color desde el azul de la parte superior hasta el blanco de la inferior, para mejor aprovechamiento de la luz. El piso principal decorado enteramente por Gaudí, tenía un salón con un techo en forma de cielo raso de formas helicoidales en relieve. En la azotea destacan las chimeneas de formas helicoidales y rematadas por sombreretes cónicos, revestidas de vidrio transparente en su parte central y de cerámica en la superior, y rematadas por unas bolas de cristal transparente rellenas de arena de distintos colores. Culmina la fachada una bóveda formada por arcos catenáricos cubiertos con dos capas de ladrillo, recubierta con cerámica vidriada en forma de escamas (en tonos amarillo, verde y azul), que recuerda el lomo de un dragón; en la parte izquierda hay una torre cilíndrica con los anagramas de Jesús, María y José, y con la típica cruz gaudiniana de cuatro brazos.
La casa Batlló es una visita que no se puede obviar al caer en Barcelona. Al recorrerla por los distintos rincones uno queda estupefacto de la imaginería Gaudí. A pocos días de culminar el viaje: capacidad de asombro 100% intacta.
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