domingo, octubre 25, 2009

En la casa de Rómulo y Remo.-






Cuenta la leyenda que Numitor era el rey de una ciudad de Alba Longa. Fue destronado por su hermano Amulio, quien lo expulsó de la ciudad, y procedió a matar a todos sus sobrinos varones excepto a su única sobrina Rea Silvia. Como no quería que Rea Silvia tuviera hijos la obligó a dedicarse al culto de Vesta asegurándose de esta forma de que no iba a tener hijos. Dice el mito, que Rea Silvia se encontraba durmiendo en la orilla de un río y el dios Marte se quedó encantado con ella, la tomó y la dejó embarazada. Como consecuencia de ello, Silvia, tuvo gemelos a los que posteriormente llamó Rómulo y Remo. Antes de que el rey Amulio se enterara del suceso, colocó a sus hijos en una cesta en el río Tíber para que no sufrieran lo mismo que sus tíos. La cesta embarrancó. Los pequeños fueron amamantados por una loba, Luperca, y más tarde recogidos por el pastor Fáustulo y cuidados por su mujer, Aca Larentia. Se decía que habían sido educados en Gabio, centro cultural del Lacio; más tarde se dedicaron al bandolerismo. Cuando crecieron descubrieron su origen, por lo que regresaron a Alba Longa, mataron a Amulio y repusieron a su abuelo Numitor en el trono. Éste les entregó territorios al noroeste del Lacio. En el 753 a. C. los dos hermanos decidieron fundar una ciudad, según el rito etrusco, en ese territorio, en una llanura del río Tíber en el preciso lugar en donde embarrancó la cesta.

Noche de frío de setiembre. Llegada al camping en la zona de Flaminia, al norte de la capital. Guiso de lentejas, ducha caliente y carpas listas para un mañana que nos llevaría a entender por qué Roma es el lugar "donde todo comenzó".

1 comentario:

Unknown dijo...

Preciosa la parejita!!
(típico comentario de la tia Pochita)