domingo, noviembre 15, 2009

La Ciudad del León.-






Lyon es la tercera ciudad más importante de Francia, después de París y Marsella, y la segunda área metropolitana del país. Actualmente es la capital del departamento de Ródano y de la región Ródano-Alpes. Situada al norte del corredor natural del valle del Ródano (que une Lyon con Marsella) y entre el Macizo Central al oeste y los Alpes al este, la ciudad de Lyon ocupa una posición estratégica en la circulación Norte-Sur en Europa. Antigua capital de la Galia durante el Imperio Romano, Lyon se convirtio en una ciudad comercial en la Edad Media y después en el siglo XIX en una plaza financiera de primer orden. Lyon fue fundada en la colina de Fourvière como una colonia romana en el año 43 a.C. por Lucio Munacio Planco, un lugarteniente de Julio César, en el lugar en el que se alzaba una fortificación celta llamada "Lug ó dunon". El general romano Agripa, aprovechó la situación de Lugdunum en la vía natural del norte al sur-este de Francia y la convirtió en el punto de partida de los principales caminos por toda la Galia romana, transformándose posteriormente en su principal ciudad y capital.

Con el tiempo uno distingue a primera vista las similitudes con las ciudades europeas. Estructuradas en torno a un río que circunscribe toda la ciudad y el casco histórico, los cuales son explotados turísticamente al 100%, una gran peatonal, principalmente de servicios y consumo, con perpendiculares destinadas a las tiendas de mayor elite en moda y demás. Cascos históricos muy bien conservados, con sus calles empedradas, las huellas de una edad media que no se borra. Pero la práctica hace que uno busque esos rinconcitos que hacen a la identidad de cada ciudad. Ese símbolo cotidiano que te permite recordar con facilidad cada sensación vivida durante el viaje. Lyon no fue la excepción. Los roces entre el pasado y el presente en la ciudad fue algo realmente cautivador. El respeto por la memoria colectiva. Una ciudad de las más bonitas de Europa que valió la pena recorrerla hasta bajo una lluvia intensa. De todas maneras, otra fue la marca que nos dejó el león. Tras largas horas de recorrida para encontrar un parking acorde para la camioneta y, una intensa caminata por la ciudad, el nuevo accidente automivilístico sufrido por la fiel Renault es el primer recuerdo de Lyon que se nos viene a la cabeza. Una salida distraida del parking trajo como consecuencia la rotura de vidrios y la destrucción total o parcial (vaya a saber si lo arreglaron) de la máquina expendedora de tickets de cobro junto a la barrera. Una gran anécdota de la cual esta vez, yo no me hago cargo.

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