lunes, octubre 26, 2009
Italia Contemporánea.-
29 de setiembre. Día triste para la barra de Nelly tras la partida de Camilo y Andrea desde Fiumicino. Luego del despegue, nos dirigíamos hacia Firenze, capital del Renacimiento. A mitad de camino, parada obligatoria para cargar gasolina. Nos detuvimos en el Autogrill más increíble del mundo. Un 24hs. que no olvidaremos jamás. Así nos despedíamos de Lazio.
domingo, octubre 25, 2009
Entre La Santa Sede y el Shopping mejor decorado.-
El Vaticano o Estado de la Ciudad del Vaticano es una ciudad-estado que está enclavada en el centro de Roma. Por su mínima extensión resulta ser como un híbrido de ciudad elevada al rango de Estado independiente. Es tan pequeño que sólo la Basílica de San Pedro es un 7% de su superficie; la basílica y la Plaza de San Pedro ocupan un 20% del territorio, y esto lo convierte en el territorio "independiente" más urbanizado del mundo. Su nombre viene del Monte Vaticano (del latín "Vaticinĭum") en donde antiguamente moraba la colina un oráculo etrusco. La Ciudad del Vaticano comenzó su existencia en 1929 tras la firma de los Pactos de Letrán celebrados entre la Santa Sede y el entonces Reino de Italia, que en 1870 había conquistado los Estados Papales.
Recorrer la pequeña ciudad lleva unos días, claro está, visitar la basílica, ascender hacia la cúpula, deambular por la plaza de Bernini, los jardines y la famosa Capilla Sixtina. Es inevitable sorprenderse a cada paso con la arquitectura y el arte que te abraza en la ciudad como dándonos la bienvenida. Pero también es sorprendente la innumerable cantidad de giftshops que se encuentran en la misma. No existe rincón del Vaticano en el que no cruces un stand de venta de souvenirs, postales, lapices, posters, imanes, libros, réplicas de arte y muchos etc.´s. La capacidad de asombro sigue intacta.
Roma: Sede política de un Imperio.-
Roma era la sede de los emperadores, la corte y la administración y además, la residencia de cerca de un millón de personas. Era, esencialmente, una ciudad parásita. Una ciudad que se alimentaba del potencial humano y la riqueza de Italia y de las numerosas provincias que constituían el imperio romano. El crecimiento fue espectacular, quintuplicándose la población en dos siglos, con altos niveles de inmigración y movimientos de esclavos de las provincias. Las distribuciones de grano y las costosas obras públicas fueron financiadas con impuestos imperiales y rentas de propiedades públicas arrancadas de los territorios de otros estados. Esta situación privilegiada duró hasta finalizar el siglo III, momento en que Diocleciano introdujo una administración pública en Italia y creó impuestos sobre la propiedad. Solo de forma lenta y a regañadientes abrió la elite romana e italiana sus filas a los provincianos, a la vez que siguió siendo muy selectiva en los campos donde les permitía estar representados. Hasta finales del siglo I, únicamente entraron en el senado provincianos occidentales de lengua latina y a partir de ahí y gradualmente, individuos de habla griega. La literatura de la época, que fue creada por los portavoces de la elite política y cultural del imperio, revela actitudes que ayudan a explicar la ausencia de hombres del norte en los altos cargos, así como la orientación Mediterránea del imperio durante la totalidad del período imperial.
Recorrer las calles de Roma es como estar dentro de una gran enciclopedia histórica, y a diario, sorprendentemente, uno se enfrenta a cotidianeidades que lo hacen revivir los tiempos del imperio, y al final, comprender algunas cuestiones del hoy.
En la casa de Rómulo y Remo.-
Cuenta la leyenda que Numitor era el rey de una ciudad de Alba Longa. Fue destronado por su hermano Amulio, quien lo expulsó de la ciudad, y procedió a matar a todos sus sobrinos varones excepto a su única sobrina Rea Silvia. Como no quería que Rea Silvia tuviera hijos la obligó a dedicarse al culto de Vesta asegurándose de esta forma de que no iba a tener hijos. Dice el mito, que Rea Silvia se encontraba durmiendo en la orilla de un río y el dios Marte se quedó encantado con ella, la tomó y la dejó embarazada. Como consecuencia de ello, Silvia, tuvo gemelos a los que posteriormente llamó Rómulo y Remo. Antes de que el rey Amulio se enterara del suceso, colocó a sus hijos en una cesta en el río Tíber para que no sufrieran lo mismo que sus tíos. La cesta embarrancó. Los pequeños fueron amamantados por una loba, Luperca, y más tarde recogidos por el pastor Fáustulo y cuidados por su mujer, Aca Larentia. Se decía que habían sido educados en Gabio, centro cultural del Lacio; más tarde se dedicaron al bandolerismo. Cuando crecieron descubrieron su origen, por lo que regresaron a Alba Longa, mataron a Amulio y repusieron a su abuelo Numitor en el trono. Éste les entregó territorios al noroeste del Lacio. En el 753 a. C. los dos hermanos decidieron fundar una ciudad, según el rito etrusco, en ese territorio, en una llanura del río Tíber en el preciso lugar en donde embarrancó la cesta.
Noche de frío de setiembre. Llegada al camping en la zona de Flaminia, al norte de la capital. Guiso de lentejas, ducha caliente y carpas listas para un mañana que nos llevaría a entender por qué Roma es el lugar "donde todo comenzó".
Pompeya: Bajo la sombra del Vesubio.-
Pompeya fue una ciudad de la Antigua Roma ubicada junto con Herculano y otros lugares más pequeños en la región de Campania, a 35 kilómetros de la ciudad de Nápoles y situados alrededor de la bahía del mismo nombre en la provincia de Nápoles. Es uno de los más significativos testimonios de la civilización romana y se presenta como un excepcional libro abierto sobre el arte, las costumbres, los oficios y la vida cotidiana del pasado. Era el año 79 d. C. La tragedia fue desmedida: en el que había sido uno de los más activos y uno de los más espléndidos centros romanos de la vida se paró para siempre. La espesa capa de material eruptivo que la sumergió, constituido en la mayor parte por ceniza y lapilli, le ha permitido a la ciudad llegar íntegra hasta nuestros días no sólo en su arquitectura, sino también en todo lo que había en el interior de las casas o dentro de las tiendas ofreciendo un cuadro de la vida cotidiana increíblemente fascinante.
Del caos a la paz amalfitana.-
La conocida como Costa Amalfitana es la extensión de más de 50 kilómetros de costa que recorre varios pueblos del golfo de Salerno. Situada en la provincia de la Campania, admirada por sus contrastes geográficos y por la belleza de sus paisajes, concretamente en la península de Sorrento, la Costa Amalfitana es un lugar de descanso ideal que ya utilizaban los romanos en tiempos del auge del Imperio, aunque fue en la Edad Media cuando fueron poco a poco fundándose las distintas localidades que hoy pudimos ver. Parada en el camping de Sorrento, dos días de estadía y un descanso reparador a 60 kilómetros de la caótica Nápoles.
viernes, octubre 23, 2009
La Nueva Delhi Italiana.-
Cruzando hacia el mar Tirreno nos dirigimos a Nápoles. Nápoles es 100% caos, y ese es su mayor encanto. Una ciudad llena de decadentes palazzos, iglesias, museos, barrios de calles estrechas, que suben y bajan, ropa tendida (mayoritariamente sucia), coches, motos, más motos y todo en una conjunción desbordante, desmesurada de ruidos y gritos. En Nápoles es difícil encontrar un vehículo que no se encuentre chocado. Es una hermosa ciudad rodeada de colinas, y con un aire muy mediterráneo, muy del sur, que en un principio desconcierta, hasta que se va tomando el pulso caliente que late en esta tierra. Llena de congestión de tráfico, y de agradables terrazas, donde ver pasar el tiempo. Donde el fútbol y la religión están unidos, y Maradona y San Genaro (el patrón de la ciudad) siguen siendo los reyes.
La Costa Adriática.-
Deriva rutera por la costa al partir de Venecia. Primer parada: Rimini. En el año 268 a. C. los romanos fundaron aquí la ciudad de Ariminum, que fue la primera colonia de derecho latino al norte de los Apeninos. Era un importante puerto sobre el Adriático en una encrucijada de caminos, conectado con Roma desde 220 a. C. por la vía Flaminia. Se estima que a fines del siglo II a.C. contaba con unos 10.000 habitantes. Obtuvo la ciudadanía romana en el año 90 d.C. Hoy en día es uno de los polos más llamativos en lo que concierne al azar y al turismo de alto poder adquisitivo. Aquí, día entero de playa hasta caer la tarde. Segundo destino: Porto Recanati. La misma suerte histórica sufrió esta pequeña ciudad que hoy es uno de los puntos turísticos más altos de la costa oriental de Italia.
El eterno laberinto.-
Si todos los caminos conducen a Roma, el laberinto de Venecia siempre conduce hacia un canal, siempre a Piazzale Roma, siempre a la estación ferroviaria, como diciéndote adiós para siempre. Venecia es la voz del amante que se pierde en sus rincones. Es la ciudad que se asoma sobre el agua y guarda en cada uno de sus islas el secreto de su propio encanto, ese eterno laberinto que es su propia esencia. Por qué Venecia es una de las ciudades más románticas del mundo es una muy buena pregunta; eso sí, Venecia es una de las ciudades más pintorescas e inolvidables.
Venecia: Glammour Gondolero.-
Venecia, la ciudad de los canales, es la capital de la región de Véneto. Situada sobre un conjunto de islas que se extiende en una laguna homónima pantanosa en el mar Adriático, entre las desembocaduras de los ríos Po, y Piave, en el nordeste de Italia, está compuesta por 120 pequeñas islas unidas entre sí por unos 400 puentes. Los gondoleros son lo que representan a esta ciudad. Forman parte de un simbolismo y mitología de la misma. Cada góndola está perfectamente adaptada para que se pueda navegar en ellas. Algunas son utilizadas con el fin de transporte, pero la mayoría para el goce y placer de viajar y disfrutar del paisaje, formando parte de una experiencia veneciana; eso sí, la experiencia veneciana es un poco cara ya que los 5 minutitos de paseo cuestan unos 80 euros por persona; casi una experiencia religiosa.
Primer destino italiano. Una llegada complicada. Las rutas italianas son de lo peor en Europa. De todas formas, al arribar a Venecia, sentíamos que nos esperaban 3 días de mucho glammour y romanticismo.
Los Alpes Suizos.-
Recorrer increíbles e interminables paisajes, esos que queman la mirada al observarlos incansablemente, caminar por senderos infinitos rodeados de la más pura naturaleza o simplemente contemplar un atardecer al pie de los más tranquilos lagos, todo el contexto se combina para dar forma a un gran escenario viviente. Los famosos y tan nombrados Alpes Suizos cubren más de la mitad de la región que, junto con la zona glaciar, responsable de sus numerosos lagos, se conjugan para conformar el centro industrial de este lugar, lo que se conoce con el nombre de Mitteland, entre el macizo montañoso del Jura, lugar donde se destaca una gran diversificación agrícola, y los Alpes.
Las termas de Vals: Valle Alpiano Paradisíaco.-
Se trata, como su propio nombre indica, de un complejo termal que se sitúa en la loma de una pronunciada ladera del valle de Vals, al norte de Suiza, integrándose con ella y apareciendo con forma de búnker con una serie de perforaciones desde las que se puede contemplar el paisaje de todo el valle. El interior emula al interior de la tierra, con espacios iluminados cenitalmente mediante unas grietas que introducen una luz irreal; lagos de agua subterránea en el interior de una cueva, generando espacios de descanso y quietud asombrosos. Un templo de peregrinación de descanso el cual visitamos por casi 24hs.
Zurich: Una parada con suerte.-
Capital del cantón de Zúrich, la ciudad de homónimo nombre se encuentra ubicada en el distrito de Zúrich, en la llanura central de Suiza y próxima a los Alpes. Es el motor financiero (en Zúrich se encuentra la banca internacional) y centro cultural del país, siendo además una ciudad galardonada con el título de ciudad con mayor calidad de vida en el mundo por dos ocasiones consecutivas (2006-2008). El origen del nombre es la palabra celta Turus, como lo sugiere una inscripción en una tumba que data de la ocupación romana en el siglo II. El nombre romano del pueblo fue Turicum, y en el dialecto local se llama Züri. La actividad cultural de Zúrich es muy amplia, ya que posee museos, galerías, teatros, orquestas sinfónicas y festivales. Además, en la ciudad habitaron pintores como el prerromántico Henry Fuseli o Tristan Tzara, precursor del movimiento dadá que fue incubado en el Cabaret Voltaire de Zúrich junto a otros artistas.
Comenzó siendo una parada de rutina, tal vez hasta de previo agotamiento antes de llegar a Vals, pero fue una de las mejores decisiones de viaje. Simplemente encantadora, sus callejuelas empinadas, el río, el pequeño puerto y las victorinox.
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